Polémica ha producido en el estado de Florida, EE.UU. la detención del vehículo de una mujer negra, a quien, el policía hizo parar aparentemente sólo por motivos raciales.
Ello, pues cuando luego de que la mujer entregó su identificación, el policía se percató de que se trataba de Aramis Ayala, la primera mujer negra en la historia de Florida en llegar al cargo de fiscal general estatal.
Entonces en un tenso clima, Ayala preguntó cuál fue el motivo de su detención, a lo que el policía sostuvo que el registro vehicular no aparecía en la base de datos.
¿Y por qué han buscado mi matrícula? consultó Ayala, a lo que el policía contestó que sólo se trataba de una detención rutinaria, destinada a identificar vehúclos robados.
Ayala lo miró y rió en forma irónica, entonces titubeando, el polícia además le dijo que aunque no tenía la maquina para medirlo, al parecer el polarizado de sus vidrios era demasiado oscuro.
Cuando Ayala le pidió su identificación, el policía le dijo que no la tenía a mano y le anotó su nombre en una libreta.
Con posteroridad al episodio, la Policía de Orlando intentó justificarse con el dato del polarizado de los vidrios, sosteniendo que, para los policías, podía ser imposible verificar quién o cuántas personas iban dentro del automóvil.
También a través de una declaración pública, la fiscal general de Florida, dijo que tanto el registro del vehículo como la tinta del polarizado del vidrio, se ajustaban a la ley del estado.
La propia fiscal también defendió la detención, al señalar que el hecho, también se enmarca dentro de la legalidad.
Independiente de que la detención haya sido legal,el momento reavivó el debate sobre las detenciones según perfiles raciales.
En su declaración, la fiscal general dijo también que “mi meta es tener una relación de respeto mutuo entre los oficiales de la ley y la comunidad. Espero poder sentarme con el jefe del departamento de policía de Orlando para tener un diálogo abierto sobre cómo este incidente impacta este objetivo”.