el fiscal jefe de Alta Complejidad de La Araucanía, Luis Arroyo, presentó una querella a modo personal, que ya fue acogida a trámite por el Juzgado de Garantía de Temuco, contra los funcionarios de la Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros (Dipolcar) por la supuestas filtraciones que su abogada asistente realizó favoreciendo a un imputado de la denominada Operación Huracán. Arroyo asegura, en su recurso legal que los policías de Inteligencia realizaron un montaje de pruebas contra su asistente, luego de que él no aceptó utilizar herramientas irregulares para tener éxito en investigaciones de la zona sobre violencia rural como los policías le habrían pedido.Según la publicación, el 26 de diciembre del año pasado, Arroyo recibió la notificación de una investigación en contra de su abogada asistente Mónica Palma por el presunto delito de obstrucción a la investigación y en el que se investiga un posible encubrimiento que el fiscal Arroyo habría realizado de esta filtración de información confidencial, supuestamente por tener una relación sentimental con la funcionaria asistente.El jefe de Alta Complejidad cree que la razón del supuesto montaje en su contra sería para “crear un daño irreparable a mi imagen, credibilidad y seriedad profesional, dado el cargo que ostento, al igual a la institución que pertenezco, quizás con la intención de hacerme a un lado a las investigaciones que dirijo, y a la vez, justificar el fracaso en sus operaciones investigativas”.En declaraciones para La Tercera agregó que él no realiza “cualquier diligencia investigativa o medida intrusiva sin cuestionar las formas ni medios a través de las cuales se obtiene la información en que éstas se fundan” y que este estándar “es aún más patente en el ámbito de los delitos de violencia rural a mi cargo, siendo aún mayores las diligencias del día a día que se imponen en la dirección de investigaciones penales (…) en la búsqueda de un trabajo investigativo de calidad, no he estado dispuesto a aceptar errores y omisiones en el trabajo investigativo y exijo apego irrestricto a las normas y garantías legales y constitucionales en cada diligencia”.En la misma querella presentada por el fiscal Arroyo acusa que Carabineros inventó una serie de encuentros con la funcionaria “pero lo más burdo e irrisorio, y que demuestra la ineptitud máxima de parte de quien o quienes inventan esta absurda historia, es que en las últimas tres ocasiones en que supuestamente me reuní con la abogada yo me encontraba fuera de Chile”. El fiscal finaliza en sus declaraciones a la publicación señalando que todo esto “viene a corroborar aún más la falsedad de la información contenida en el oficio N°202 de la Dipolcar”.